En
el último año, contando desde el final de curso pasado más o menos,
Daniel ha crecido ¡siete centímetros! y ha engordado casi tres kilos. Evidentemente no tiene ni una estatura ni un
peso equiparables a un chaval de su edad que no tenga ningún tipo de
problemática. Pero esa no es la referencia real para nosotros. Nuestra
referencia es la propia progresión psicofísica de Daniel, y ésta es muy
positiva. Decir que Daniel continúa progresando, como puntualizaba bien la
enfermera del colegio en su nota con las mediciones de estatura y peso, no es
algo baladí. Las alteraciones motoras y cognitivas que en menor o mayor grado
lleva consigo la parálisis cerebral (que podemos considerar un estado de cosas,
dijéramos, derivado de una determinada causa, que en Daniel fue una
encefalopatía hipo-isquémica perinatal) complican lógicamente cualquier
situación, incluida la del propio desarrollo físico. Así que estamos encantados de que se le haya
quedado más que pequeña toda la ropa de hace unos meses, por supuesto la del
verano pasado, ni probarla, para qué. Aunque reconozco que a mi se me haga un
poco raro notar que su mano ya es tan grande como la mía… (aquellas manitas) …
la medida del tiempo que pasa.
Tenemos
otra noticia más que estupenda, que se refiere a la alimentación. Hace ya algunas semanas que en casa Daniel ha
dejado de comer triturado. Digo en casa, porque Inma se llevó un día la gran
sorpresa, cuando la cuidadora de Daniel en el colegio le informó de que allí comía
ya sin problemas, desde hacía cierto tiempo, los alimentos chafados o muy poco
triturados según de qué se tratara. Inma, que es a su vez monitora de comedor,
se sintió como una madre más: sartén de palo, me dijo, en casa del herrero, al
darme la noticia: Daniel come mejor en el cole que en casa … Hasta
que ella se puso manos a la obra, claro. Así que se han terminado las sesiones de cocina de
triturados. Y con lo comilón que es el chaval y lo que aprecia los buenos
alimentos, sé que está feliz de poder apreciar más en profundidad los
diferentes sabores, sobre todo de sus platos preferidos: espaguetis, patatas bravas, tortilla de patata, rape, gambas, estofado de pavo ...
Hay
que entender que, no obstante, no es que Daniel mastique, tal y como entendemos
esa acción habitualmente. Como dicen los expertos, realiza más bien una acción
de bisagra, chafando el alimento. Por eso hay que medio triturar los alimentos
más duros, como carne. Pero otras cosas puede comerlas chafadas sin más:
verdura, tortillas, albóndigas, pescado, etc. Además sus almuerzos en el cole
han cambiado radicalmente: del típico yogur casi diario ha pasado al sándwich
con diversos ingredientes: patés, queso en crema, o esas cremas con gustos
diversos: jamón, pimientos, etc., que le gustan mucho.
Es
evidente que todo este avance en la alimentación, su mejora en la forma de
alimentarse, tiene que ver claramente con sus progresos en el lenguaje. Es una evolución muy notable en todo lo que
se refiere a la zona buco-oral, que tiene una importancia fundamental.
No
sé cómo andarán en otros territorios; pero en Aragón sólo existe una unidad
dedicada a la disfagia pediátrica, integrada en la Fundación Atención Temprana.
A Daniel le realizaron una valoración hace ya un tiempo, y creo recordar que
tanto a Inma como al colegio les dieron algunas indicaciones sobre cómo
proceder para buscar una mejor gestión de esas funciones buco-orales por parte
de Daniel.
No
es, sin embargo, un tema que haya sido objeto de estudios muy completos. Al
menos no han sido expuestos, como bien indican los autores de esta memoria que
enlazamos, que me ha parecido muy interesante, técnica, pero fácilmente comprensible,
por si a alguien le sirve de ayuda de cara a centrar algunos aspectos del tema.
También
anoto el enlace a la página de la Fundación Atención Temprana, para todos aquellos que vivan en Aragón,
claro.
Termino con una imagen del Daniel "mayor" que ya es: una fotografía que le hizo su abuela Pilar el día que fue a las Cortes de Aragón para exponer en el hemiciclo con otros chavales de su colegio y de otros las peticiones para la mejora de la educación
2 comentarios:
Bravo Inma, me alegro muchíiiiiiisimo. Yo te entiendo perfectamente, estiendo tu gozo ante estos logros que, bien seguro, tienen muchas horas de esfuerzo y tesón. enhorabuena a los dos. un abrazo fortísimo
Alegría es lo que siento leyendo las cosas buenas que van pasando en la vida de Daniel.
Besicos.
Publicar un comentario