Os contaba hace unos días que mi
impresión es que en esta época Daniel anda como revisitando sus conocimientos,
sus aficiones… Tengo la sensación de que, ante temas, actividades, música, relatos
… que ya conoce, encuentra ahora nuevos matices, más relaciones, una más
completa compresión. Así que se pasa el
tiempo poniendo cara de asombro, y si el asunto le mola mucho, carcajeándose
intensamente de pura emoción.
Hace unos días casi levita con “Harry
Potter y la piedra filosofal”. Primero empezó a entusiasmarse con un vídeo de
Jaime Altozano sobre la banda sonora. Ante tal felicidad, decidimos pasar a la
película, de la que había seguido, anteriormente, fragmentos. El primer intento
hubo que abortarlo debido a que le estaba gustando tanto, que en cada escena subía
el nivel de risa. Casi se pone medio malo. El segundo intento, un par de días
después, fue fantástico. Descontroló un poco al principio, pero luego se sumergió
en la magia potteriana con una atención y una concentración maravillosas. La
magia es un tema que le encanta a Daniel. Esta ampliación de las posibilidades mágicas
de la imaginación ha sido todo un hito de finales de verano en casa.
Como os digo, también Daniel parece estar revisitando
algunos de sus compositores clásicos favoritos, caso de Brahms, Beethoven y
Mozart. A Bach lo teníamos menos controlado. Pero, mirad, esta es su carica de
asombro y arrobo barrocos : Suite 1en G, por Mischa Maisky (https://www.youtube.com/watch?v=mGQLXRTl3Z0) y Variaciones Goldberg, por Glenn Gould (https://www.youtube.com/watch?v=p4yAB37wG5s)
Yo soy feliz viéndole así, no lo voy a ocultar. Pero os digo algo más. El interés, la cuirosidad, casi diría la necesidad de Daniel por conocer, reconocer, visitar y revisitar, está ampliando mi horizonte, musical sobre todo, una barbaridad: ¡la cantidad de versiones sobre temas y canciones que podemos llegar a recorrer!
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