Esta es la silla de baño Boris.
Jorge, Inma y Daniel estuvieron viendo hace unos días, durante una larga visita a la Ortopedia en la que hicieron alguna otra adquisición además -luego comentamos-, esta silla "ferolítica".
Francamente guay, ¿verdad?. Dice el prospecto:
La silla Boris es una muy completa silla de baño con chasis fabricado en acero inoxidable, muy estable y fácil de limpiar. La altura del asiento es regulable en cinco posiciones y el ángulo de asiento puede también regularse desde -5º a 30º mediante pistones neumáticos. Cuatro ruedas dobles de 100 mm direccionables y con bloqueo facilitarán el manejo de esta confortable silla, disponible en 3 tallas.
El precio inicial de esta maravilla (y lo de maravilla es en serio): 1900 euros aproximadamente
Además del prospecto publicitario e informativo, dejo a continuación un enlace a una página de una ortopedia para que calculéis el precio final. Porque esta silla Boris es un producto ortopédico plenamente representativo del sistema capitalista que dice "fragmenta el producto y triplicarás su precio". Así, a esos 1900 euros que vale el chasis, hay que añadir suplemento por incremento de talla, y los sucesivos precios de los aditamentos que necesitéis (reposacabezas, cinturón, taco abductor, etc). Al final la cosa se puede poner en unos 3.000 eurazos.
Y por supuesto, para este tipo de productos no existen ni se contemplan ayudas oficiales. Que en el mundo de la diversidad funcional y la ortopedia también hay clases, como en todos los mundos. Aunque digo yo que si en estos productos de cierta tecnología y dedicados a subvenir necesidades absolutamente perentorias de la vida diaria, los precios estuvieran mínimamente regularizados (¡¡oh, anatema, qué digo, la libertad de mercado, por favor,...!!) quizás los organismos oficiales alcanzarían a aportar alguna pasta para su adquisición, y así no tener que recurrir al préstamo hipotecario, por ejemplo, o a la solidaridad familiar, que es como acabamos haciendo casi todo en este país.
Jorge, Inma y Daniel no salieron de viaje estos días de vacaciones de la pasada Semana Santa. Pero eso sí, hicieron una visita a la ortopedia que les ha salido bastante más cara que las posibles vacaciones. La silla Boris aún está en fase de encargo, inspección y toma de decisión. Pero a casa ya ha llegado la grúa con la que cargar a Daniel entre la cama y la silla de ruedas, y además ha habido que renovar las férulas de los pies. Las férulas sí tienen ayuda de la Seguridad Social (je) que cubre buena parte de su precio. La grúa no, claro. Las férulas creo que son unos 200 euros. La grúa 900.
Total: 4.000 euros más o menos, ¿no?
Pues eso.
5 comentarios:
Comparto. Jamía, qué pasada...
Gracias, prenda. Sangrante el tema de la ortopedia...
Besos
En la linea de tu post: http://puntsdevista.wordpress.com/2013/04/10/eva-nasarre-una-denuncia-que-conmociona-en-defensa-de-las-personas-dependientes/
Una barbaridad.
Un abrazo
Gracias, Anabel. Tremenda la intervención de Eva Nasarre, pero ajustada a realidad.
Difundiremos este video.
Un abrazo
Suma y sigue ¿no? Animo!
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