Hace ya un tiempo, una tarde de compras en Decathlon no pude sustraerme al impulso de comprarle un balón a Daniel. Estaban allí apilados, amarillos, redondísimos. Mi sobrino los vio al vuelo. Le puse uno en las manos. Lo botamos un poco. Se lo tiraba a sus manos para lo que retuviera. Le encantaba. Algunas tardes, en el pasillo de casa, lo sostenía en pie y jugábamos a empujar ese balón, a correr un campo, a meter goles.
La afición continúa, como bien sabéis los que generosamente os acercáis por aquí desde hace tiempo, y como podéis comprobar nuevamente en estos vídeos que Inma grabó el pasado domingo. Los domingos por la tarde suelen ser idóneos para que se vean los primos: Daniel, Víctor y Luzía. La bonanza de la tarde les dejó esta vez ir al parque (en este país, en esta ciudad concretamente, nos lanzamos a la calle a la menor ocasión). Los chicos disfrutaron de lo lindo el partidillo de fútbol, versiones con silla/sin silla. Luzía se mostró más escéptica al respecto. Y el bueno de Jorge terminó "deslomaíllo" que se dice en el argot de los padres con hijos discapacitados. Pero sé que feliz de ver a su hijo reírse tanto y sentirse tan integrado. Al bandarra de Daniel todavía le duraba la emoción la tarde del lunes, cuando le pregunté por el domingo. La emoción también le embargaba porque el Barça ya había ganado la Liga y en el cole le habían felicitado mucho por ello (y por su partido de fútbol, claro:el cuaderno de comunicación incorpora ahora un pen drive donde viajan fotos, vídeos ..., como éstos):
2 comentarios:
Me encantan sus risas...¡pero que genial os lo pasáis!¡Bravo Jorge!
¡Bravo Victor!
¡Ah! y que muñequica más bonica es Lucía...Mañana le digo a Daniel "sortudo!!" Besos Pilar D
Yo me derrito con esas risas, Pilar. Y es verdad que Daniel es un suertudo. Víctor es un chaval especial, y no sólo por el afecto y el cuidado con el que siempre ha tratado y querido a Daniel (con lo pequeño que es aún). Víctor es además muy inteligente y deduce muchas cosas. Espero que crezca bien. Merece mucho.
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