Mil gracias.
A Raquel, que vino unos días antes de Navidad con un paquete donde había unas estupendas y coloristas manoplas. Las había visto en unos almacenes ingleses que hay en Zaragoza y se las compró a Daniel. Son tamaños fijos al parecer y todavía le van un poco grandes. Pero para el año que viene ya tenemos manoplas.
A Pili, que ha movilizado media Pamplona buscando por el mercadillo navideño y tiendas pamplonicas unas manoplas para Daniel y otras que me encargó Lamima para su padre. No han encontrado, pero me asegura que siguen buscando.
A todos los que me han dicho y escrito que en cuando vean unas manoplas guays me lo advierten o mandan.
Me he puesto a mirar por la red y he encontrado unas cuantas páginas de comercio justo en las que es posible que encontremos el producto también.
Movida manoplas: seguiremos informando.
3 comentarios:
Muy chulas esas manoplas, con los inviernos que tenemos últimamente, van a venir que ni pintadas, cuantas más, mejor.
Besos.
Rosa.
Que chulas, si.
Yo, para salir del paso navideño, le cogí a mi padre unas de esquiar bien grandotas.
Es una opción que no se me había ocurrido y aunque son más aparatosas para él valen, pero no son tan fácil de colocar como unas de punto. No.
Hay que seguir la búsqueda.
Que conste que no soy -no somos- ajeno(s) a esa búsqueda.
Besos.
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