miércoles, 21 de diciembre de 2011

Superlativa función medieval de Navidad

Desde que Daniel llegó, con cuatro años, al CPEE Ángel Riviere, han pasado ya unos cuantos más, en concreto ocho. Exactamente los mismos que lleva funcionando el propio colegio (sería motivo de otro post el relato de las vicisitudes de aquel verano, previo a la apertura del curso escolar: vicisitudes que esperemos no se vean superadas por otras futuras, porque tal y como están las cosas...). Pero ahora toca otra cosa. Toca contar que en estos ochos años ha sido mucho lo andado por el colegio y mucho el trabajo realizado por los chicos y profesionales. Y eso se nota. Cada año, la función escolar de Navidad es, además de una fiesta y un momento espléndido de convivencia, un test muy elocuente del crecimiento personal y académico de la comunidad de habitantes del Ángel Riviere. La función que los chicos y profesionales del colegio nos ofrecieron a las familias el lunes pasado estuvo a gran-gran altura, desde todos los puntos de vista.

El tema y ensayos de la función fueron un secreto perfectamente guardado. Aunque a Daniel un día (ya no pudo más) se le escapó que él iba a hacer de caballero medieval (aunque no nos desveló todas las sorpresas). Finalmente, poco antes del día H, por el programa que llegó a casa, supimos que la representación tendría tres partes, todas de tema medieval: La leyenda de los Amantes de Teruel, Un cuento medieval de princesa y caballeros, La leyenda de la construcción de las torres mudéjares de Teruel. 

Tengo que llamar la atención sobre el reto asumido por todos a la hora de plantear estos temas, porque requieren un alto grado de responsabilidad por parte de los chicos, ya que al tratarse de argumentos y personajes históricos (aunque sean legendarios),  hay un punto más de dificultad:  transmitir fidelidad a la historia original, sin perder frescura y actualización contemporánea. Todo ello se consiguió de modo excelente: los argumentos teatrales  sintetizaron muy bien los elementos básicos de las historias; los actores y actrices no descuadraron ni un ápice los guiones ni sus respectivos cometidos, el vestuario y atrezzo estuvieron de lo más logrado (en este aspecto el elenco del Ángel Riviere siempre demuestra una alta capacitación)... En fin, a mí, personalmente, la representación me emocionó en muchos momentos, viendo todas las habilidades desarrolladas de una forma tan natural por los chicos (no hay que olvidar que siempre la naturalidad y la aparente facilidad  esconde inevitablemente un gran trabajo previo). Quiero destacar (sin desmerecer el resto) algunos momentos: la presentación del "guapo" caballero novio de Isabel, la boda de Isabel, con la intervención de Santiago como obispo, el torneo de los caballeros, la danza medieval que ejecutaron a la perfección los chicos mayores ... Todos estos instantes iban sentando puntos culminantes en el conjunto de la fantástica representación (posiblemente la más lograda de cuantas nos han ofrecido hasta ahora).

Esto quiere decir no sólo que los chicos son unos formidables actores ( que lo son), y que la dirección de escena ha funcionado a la perfección (que lo hizo: encajando narración con diálogos de viva voz y otros a través de comunicadores, música  medieval y canciones post-modernas, utilizando la imaginación de una forma atinadísima para que unos recursos de vestuario y decoración muy simples brillarán de forma totalmente convincente, etc, etc), sino que el trabajo escolar previo sobre la temática que sustentó la representación (la Edad Media) ha sido de gran aprovechamiento (que se dice) por parte de todos.

De hecho, en lo que a Daniel respecta, él está fascinado con todo lo medieval: castillos, cruzadas, Marco Polo, caballeros, dragones.... y en casa seguimos viendo y aprendiendo muchas cosas al respecto, porque él mismo lo pide y se queda embobado con películas, cuentos, pinturas... Este trabajo del colegio, este esfuerzo, digamos curricular, porque los chicos -además de trabajar las cuestiones específicas que cada uno necesita según sus características psicomotoras- aprendan geografía, historia, cuestiones de su entorno... es algo realmente muy bien planteado, a mi entender. No tengo ninguna duda de que a ello se debe una buena parte de la perspicacia desarrollada en concreto por Daniel para quedarse con datos e ideas que a veces nos resultan sorprendentes a los demás (sin duda porque los demás a menudo no sabemos valorar todo el cúmulo de conocimientos y posibilidades que guarda en su cabecilla). 

Daniel no pudo aguantarse, como os he dicho, la emoción de representar al caballero Miñana, participante en unas afamadas justas reales, y que parte junto a sus oponentes de torneo -todos en buena lid ya, unidos por la misma  causa- al rescate de la exótica princesa Yeneva, secuestrada por un malvado noble. Pero sí que guardó el secreto de que además tenía que presentar junto a su compañera Paula la última parte de la función: la leyenda de la construcción de las torres mudéjares de Teruel. Paula de viva voz, Daniel manejando con maestría el comunicador cumplieron su cometido a la perfección.

Y ahora, algunas fotos. Grabé en video la parte de la representación en la que participa Daniel, pero tengo dificultades para descargar el video. Si hay posibilidades lo colgaremos próximamente. Por cierto, el regalo que le trajeron los Magos a Daniel le va a venir genial a Elena (la profa de apoyo en casa) para la cuestión de la motricidad fina: un artefacto para lanzar pelotita a la canasta... (ella sabe). Ah, veis la foto (malilla) de Daniel recibiendo el regalo de Baltasar.... al principio no puso buena cara... yo creo que.... porqueeee... el rey mago preferido de Daniel es Gaspar.



Un poco nervioso todavía, Daniel con los Magos y sus primos  Víctor y Luzía , con la tía Raquel

Escena de Los Amantes de Teruel

Escena de la leyenda de La construcción de las torres de Teruel


Daniel  (observar escudo caballeresco de su montura)
recoge su regalo que el entrega Baltasar 

Villancico final





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