lunes, 14 de febrero de 2011

Daniel mete gol



Por aquí seguimos enfrascados en un montón de cuestiones muy inmediatas e ineludibles. Si digo la verdad, costumbre no nos falta. Pero hay días, hay semanas, en que una piensa que no conseguirá ascender la montaña. En fin, todo se andará. Y como me acaba de decir la buena de Eugenia (que tan pronto le hace el traje de Merlín a Daniel como nos ayuda ahora en el cuidado de los abuelos Julio y Rosario): si tienes limones, haz limonada. Mucha limonada estamos haciendo:-)



Vamos al asunto. Y el asunto no es otro que ese post deportivo pendiente, que tanto me cuesta. A menudo, una puede pensar que la vida diaria le da excusas perfectas y justificables para no hacer determinadas cosas. Pero al final es la propia normalidad cotidiana la que te tira de la oreja.

El jueves de la semana pasada fuimos a la revisión periódica obligatoria con la médico rehabilitadora. A esa consulta acude siempre la fisio de Daniel en el colegio, Celia (las visitas se organizan por grupos de chavales de los colegios y van los fisios para recibir las indicaciones de la médico: parece todo así muy guay, pero no lo es tanto; aunque ese es otro tema). Bien, mientras esperábamos Celia nos contó lo bien que Daniel se lo había pasado practicando las seis pruebas deportivas que llevaron a cabo los chicos del cole Angel Riviere ayudados por los compañeros mayores del colegio La Salle (un vecino colegio no especial). En la fotografía podéis ver cómo uno de los chicos mayores muestra su admiración ante la habilidad de Daniel con la boccia, pues al parecer éste lanzó todas las bolas. A Daniel le encanta troppo troppo que le comentes que es un auténtico campeón en la boccia: síiiiiiii ....




Pero también le gusta muchísimo (yo creo que incluso más) que juguemos a retransmitir un partido de fútbol del Barça, en el que él es, claro, el mejor jugador, el que más goles mete, etc, etc....

¿Qué pensáis?

Para mí, ambas cosas son absolutamente normales en la vida diaria de Daniel. Ya lo hemos dicho varias veces: el deporte le gusta mucho. Verlo y también practicarlo.

Es experto en boccia y lo demuestra: ésto no supone ninguna dificultad conceptual, ¿no?: la boccia es un deporte adaptado.

Cuando juegan en el cole a fútbol o a baloncesto, con ayuda o no de otros chicos sin discapacidad, él se lo pasa pipa ejercitándose a su manera. Tampoco ésto entraña ninguna dislocación conceptual, ¿no?

Cuando jugamos a retransmitir un partido de fútbol en el que Daniel se codea en el campo con las superestrellas del Barça, alguien puede pensar que somos unos burros, o unos despiadados, o que le hacemos soñar con algo que él jamás, nunca, va a poder realizar.

Creo que ahora ya habréis entendido mi cierto temor a meterme en harina de este post deportivo. Pero esa fotográfía con los colegas de La Salle, que Daniel había traido el día anterior a la conversación con Celia me hizo entender que el tema era ya inaplazable.

No creo que seamos unos burros, ni unos despiadados, ni unos irresponsables. Daniel no es insconsciente de sus problemas, ni de sus límites para muchas cosas (sobre todo las derivadas de la movilidad física). Como Daniel, hay millones de niños en el mundo que sueñan con lo mismo que él lo hace y que tampoco lo conseguirán jamás, pese a no tener los impedimentos añadidos para ello que tiene Daniel. Pero el sueño y el juego, mientras duran, son reales.

Son reales y Daniel es entonces el mejor jugador del Barça, a quien vitorea la grada entera del Camp Nou cuando salta a la cancha, y a quien Villa -su admirado Villa (casi al nivel de Fernando Alonso)- cede el balón para que él emboque un chutazo de impresión

Daniel no es inconsciente de sus límites y empieza ya a desarrollar formas de convivir con ellos y de solventarlos. Y yo estoy convencida de que ese juego no es nada ajeno a la voluntad que desde siempre ha demostrado su cerebro por entenderse con su cuerpo. Nunca hay que despreciar el poder de un sueño, y menos en un niño.


Aclaro - por distender- que la retransmisión del partido se realiza habitualmente de forma cantada sobre la melodía del himno del Barça: ya nos vale....


Os dejamos, además de la foto de la boccia, otra del día de la terapia con los perros. Daniel está con su amiga Sugar. Tenía muchas ganas de verla y nos hizo correr para llegar al cole después de la consulta con la rehabilitadora.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Luisa:
Comprendo tus recelos y supongo que este post no te ha resultado precisamente de los más sencillos de escribir.
Particularmente, creo que lo más importante es ver a nuestros niños felices. Y esto, muchas veces, implica quedarse con una parte pequeña de nuestra realidad, y otras incluso vivir con ilusiones que sabemos de antemano que serán incumplidas.
Pero eso es lo que tenemos, ése debe ser nuestro motor. Por supuesto que los primeros que conocen sus muchas limitaciones son nuestros propios hijos, pero me da la sensación de que ellos no se agobian, ni se deprimen, por su situación, sino que aprovechan todo lo que tienen a su alcance para ser felices.
Es por eso que fomentar esa felicidad, alimentar esas falsas ilusiones, no sólo no es ninguna atrocidad, sino que es ayudarles a vivir con más alegría.

Un abrazo

Fernando

Luisamiñana dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Fernando. Eso es exactamente lo que quería transmitir. Y sí que es cierto que me ha costado escribir este post: pero eso es una cuestión mía personal, no de Daniel. Efectivamente, Daniel es el niño m´s feliz del mundo cuando sueña que juega en el Camp Nou. Y a mi me encanta verle feliz.


Abrazos,

Club de Lectura de La Almunia dijo...

Luisa: No sabía de la existencia de este delicioso blog.
Lo voy a seguir con muchísimo interés.
¿Puedo darlo a conocer a la asociación ADISPAZ, de La Almunia?

Luisamiñana dijo...

Me alegra mucho que te guste el blog de Daniel. No sólo puedes darlo a conocer, sino que te lo agradeceremos enormemente. De eso se trata: cuanta más visibilidad, mejor para las familias que viven en discapacidad.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Así que del Barsa, ah! ¿por qué será?, aunque me dijo un pajarito que se pone igual de contento cuando le canta el himno del Zaragoza... (que conste que la Seño tiene ventaja, yo la he oído cantar y cualquiera no sonríe como mínimo...lo hace todo con tantos mimos)
Por cierto en la página de la asociación ADISPAZ, en una foto he creído reconocer a un antigüo alumno de Alborada, alguién que tenía un sentido del humor increible y que con su comunicador de voz me llamaba vieja,...se reía mucho cuando nos veía disfrazados en la sesiones de cuentos de los peques...un joven excepcional...ay!, no me acuerdo de su nombre ya hace por lo menos 11 años de ésto..., pero ese pelo negro brillante rebelde como él...Pilar D

ANTONIA dijo...

Hola he vuelto con Nerea después de un tiempo alejados de un poco de todo. (Ser me acabó la garantía y la ansiedad me pudo un poco) pero ahora estamos otra vez y como siempre a pie de cañón. Felicidades por adquirir estas victorias deportistas!!! hurra, hurra!! También me encanta la idea de que la fisio que atiende a Daniel en el cole vaya a la revisión. Aquí eso no se lleva y a decir verdad no hay muy buen trabajo en equipo coordinado. Estamos a ver realizadas unas peticiones nuestras. Ya os las contaré. Decirte que Nerea también es una fan ahora de nuestro perro Pipo que está en el pueblo. Hasta le levanta sus grandes orejas cuando hace unos meses ni lo quería de cerca.
Una pregunta : ¿Qué modelo de silla ortopedica tiene Daniel?
Un abrazo.

laMima dijo...

Y a mí que me parece imprescindible que sean conscientes (y normalicen) sus limitaciones...todos deberíamos hacerlo.
Un día Ainhoa se cayó por las escaleras en clase y me dijo que le había pasado por intentar bajarlas más rápido que su amiga Paula. Le dije entonces que ella no podía bajar las escaleras así, que sus piernas eran más cortas y no podía ser. Al principio se enfadó un poco pero luego le daba igual. Sabe perfectamente que ella no puede ganar corriendo a sus amigos y ya no le molesta (bueno, si así se le cuelan en la fila de clase un poco si que se mosquea jeje)
No podemos pedir que la gente acepte las diferencias si nosotros mismos evitamos mirarlas de frente ¿no?
En cuanto a lo de jugar a que llegas donde no puedes...me parece fantástico. Ainhoa juega a menudo a hacer posturitas frente al espejo como si fuese una modelo de pasarela y mira, estoy pensando que la próxima vez que lo haga desfilaré con ella.