jueves, 16 de octubre de 2008

El tiempo de Carlos


Eva, Manuel y Carlos. Foto: Nuria Soler para El Periódico de Aragón


Hoy El Periódico de Aragón se hace eco de la historia de Carlos, un niño que necesita urgentemente viajar a Minnesota para salvar su vida. Creo que el reportaje cuenta muy bien lo que ocurre, lo mismo que lo han hecho días atrás Marta en Entrenómadas, Lamima, o Patricia en su Toditos los días. La familia de José Carlos ha ido también a la televisión. Poco a poco la campaña de recogida de fondos para el viaje va extendiéndose. Hay que conseguirlo.


También la familia de Carlos ha abierto un blog: Una vida para Carlos.


Hay algo en este momento del devenir del mundo que falla estrepitosamente. Mientras la tan cacareada globalización o mundialización permite que la información vaya de un lado a otro al instante y propicia que un médico del otro lado del mundo sepa del caso de José Carlos y le brinde la posibilidad que necesita, las instituciones sin embargo no tienen todavía previstos mecanismos que permitan acceder a esa posibilidad. Conozco la administración. Por desgracia, suele ir siempre por detrás de la vida.


Así que toda ayuda será bienvenida. Los números de cuentas en Una vida para Carlos


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Increíble y triste que haya que pagar para seguir viviendo, eso sólo ya basta para mostrarnos, creo yo, en qué clase de mundo vivimos.
Besos.
Rosa.

Luisamiñana dijo...

Cargada de razón andas, Rosa. En todas las circunstancias que ocurre similares a esta de la familia de Carlos, siempre caben dos reflexiones: una la de fondo, que nos lleva, como bien apuntas, a constatar el desequilibrio profundo de nuestra sociedad; otra, la de la urgencia, que apela a la ética individual de cada uno y que es la que suele conseguir lo que parece imposible.
Un beso

Anónimo dijo...

Algo falla, por supuesto. Esto no debería ser necesario....ni siquiera el recelo que provoca a quien lo conoce la primera vez...(que injusta prudencia).
Solo puedo desearle toda la suerte del mundo.
Y mandarles un beso enorme.