Bueno, ¿entonces el niño come todo
triturado, no?, le preguntó la especialista de digestivo a Inma, durante una de
las visitas que periódicamente había que hacer cuando Daniel era pequeño. Sí,
claro, contestó Inma. ¿Y cómo le haces los triturados, con verduras y maicena y
tal?, quiso saber la buena doctora. Pues no exactamente, respondió un pelín
resabiadilla Inma: mi hijo come filetes, hamburguesas, espaguetis, tortilla de
patata, pescado, verdura también, claro, mucha, normalmente como base de los
triturados, pero vamos que los espaguetis se los come triturados tal cual, y
los canelones ni le cuento …
Dos de las cocineras de "Triturado Gourmet" intentado convencer a Daniel de que pose para la foto |
Confieso hoy, años después, que
no paramos de reír en un buen rato, durante el camino de regreso. ¡Verduritas y
maicenas, éste!, exclamaba Inma. Reíamos no con mala fe ante las ideas un tanto cuadriculadas de la médica. Reíamos más bien, creo
yo, agradecidas de no tener demasiados problemas para la alimentación de
Daniel. Alguno hay, claro. Pero dadas las circunstancias, que mi sobrino se
alimente de triturados es el menor de los inconvenientes. Así que poco a poco,
algunas miembros de la familia (madre, abuela Pilar y tía Luisa) nos hemos
convertido en auténticas profesionales del “Triturado Gourmet”. Algunas recetas
pueden ser sometidas al procedimiento sin más, tal cual salen del fuego o del
horno, como por ejemplo los canelones (un poquito de leche añadida y listo).
Pero otras necesitan de elaboración más imaginativa, para procurarles sabores
diferentes. Aunque tampoco es muy complicado. Os cuento mis dos últimas
elaboraciones de “Triturado Gourmet”:
Judías verdes y patatas al horno,
con rape y gambones, aliñado todo en el momento de ser procesado por la
batidora con un poco de caldo de pescado y concentrado de aceite de gambas.
Patatas asadas en papillot,
rehogadas con su aliño de aceite, poquito de pimentón dulce, pelín de ajo molido
y albahaca, y “rabas” de pechuga de pollo marinado. Para facilitar el triturado,
añadimos leche en el momento.
Y así, triturado a triturado,
Daniel se ha convertido en un auténtico buen comedor, que tampoco hace ascos a
las papas bravas y los nuggets, eso sí, en estos casos, sin triturar ni ná, que
los vermuts entran solos…
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