jueves, 21 de febrero de 2019

Felices!





Sabéis que Daniel tiene una gran afectación motórica, tanto en las extremidades superiores como inferiores. Nos preocupaba muchísimo qué ocurriría cuando se tuviera que integrar en un centro de terapia ocupacional, una vez concluida el periodo de Transición a la Vida Adulta (TVA), que viene a ser como una prórroga de la escolarización. Lo peor que le puede pasar a la gran curiosidad de Daniel es aburrirse, no encontrar un objeto ni un objetivo en los que fijarse. En los centros que visitábamos nos tranquilizaban, es verdad, al respecto. Nos aseguraban que una vez allí, adaptarían todo lo que se pudiera a las necesidades de Daniel. No dudamos de ello, pero también es cierto que se encendió la luz cuando se presentó la nueva Ley de Aprendizaje a lo Largo de la Vida Adulta, porque en ella se incluye un artículo que prevé la permanencia en el sistema educativo de las personas que lo requieran por su especial situación, debido a riesgo de exclusión social o discapacidad. Cuando desde el colegio de Daniel llamaron a sus padres para definir ya la opción de futuro que elegían, fue esta nueva vía que ofrecía el entonces aún proyecto de ley en tramitación la única que establecieron; no veíamos otra posibilidad que satisficiera las exigencias cognitivas de Daniel, su crecimiento personal.

Hoy, la ley se ha aprobado. Y estamos muy felices. Gracias a todos los que han ayudado a que sea una realidad. Porque Daniel no puede manipular prácticamente ningún objeto (ya nos gustaría, ya), pero le encanta la música, el teatro, la Historia, la Geografía, la Astronomía, cantar y bailar (aunque sea en la silla), los cuentos y seguir aprendiendo a pronunciar cada día más palabras. Estamos felices si él puede seguir siéndolo.


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