martes, 12 de abril de 2011

¡Muela no duelas!



A Daniel le duelen estos días las muelas. Le están saliendo un par de molares y a estas alturas, como ya su mandíbula está formadilla, tienen que dolerle bastante. Para rebajar la tensión, imitamos el imperativo que Dora exploradora le lanza al zorro Swiper en todos los episodios y gritamos ese !Muela no duelas!

Los problemas de la dentición en los chavales con parálisis cerebral tienen su intringulis, a menudo bastante complejo. Dejo a continuación un enlace donde todo ello se explica bastante bien (hay que bajar un trecho en la página para encontrar los párrafos dedicados a las cuestiones estomatológicas - porque primero se hace una larga introducción sobre la parálisis cerebral-; pero creo que la exposición es  clara y que en lo que toca al tema de los dientes, boca, laringe y faringe cita las cuestiones esenciales ):

http://www.respyn.uanl.mx/especiales/ee-7-2003/05.htm

En esto del dolor de muelas, Daniel se muestra bastante estoico, hay que reconocerlo. Es verdad que el pobre da malas noches: sus padres se levantan más de lo que ahora es habitual (afortunadamente va durmiendo en general mejor que antaño, pero en circunstancias como las del dolor de muelas a todos nos cuesta conciliar el sueño y mantenerlo). A pesar de que se le nota más sensible (¿cómo no?) y algo más asustadizo (se lo provoca seguramente su más alto punto de percepción, alertado por el dolor), pasa horas entretenido con obligaciones y juegos y puede hacer una vida normal. Tampoco las muelas atacan con igual intensidad todos los días ni a todas horas. Pero sí hemos deducido que este tipo de dolor le coloca en un umbral de sensibilidad muy elevado, muy acusado; por ello en estas ocasiones ya está claro que hay que dosificar mucho y bien los estímulos que reciba. De hecho el doctor Valdizán siempre ha advertido que la zona cerebral afectada en Daniel es justamente la que controla emociones y sensaciones. Por eso a veces él es un poco extremo en sus reacciones, y por eso hay que pautar muy bien los estímulos, como decíamos, para no inducir reacciones adversas.

Por otro lado siempre me ha llamado la atención la actitud de Daniel ante el dolor. Cuando está enfermo suele estar más pegajoso, más tiquismiquis. Pero raramente se pone de mala leche. Al menos en lo que yo controlo. A veces he pensado que quizás al no poder comunicar qué le duele ha desarrollado formas de expresarse más sutiles: como eso de arrimarse más, protestar más con la comida, etc. Pero también debe ser cuestión de carácter.

Ahora por lo menos hay posibilidad de preguntarle dónde tiene el dolor y la mayoría de las veces nos entendemos: además de conocerle y saber que cuestiones pueden plantearse, al preguntarle por la localización de su dolor, suele indicarnos con un sí clarito el sitio. Esto es una ventaja. Reciente. El no saber a veces qué le pasaba hasta que ibas descartando cosas ha sido una de las cuestiones que creo Inma (ya me corregirá si no es así) ha llevado siempre peor, como madre que es. Y la entiendo. Claro.

Retomando el asunto del control del desarrollo de la dentición, tengo que decir que ahora en nuestra Comunidad Autónoma los chavales reciben una atención bastante seria. Creo que ya conté hace tiempo que cuando surgieron los primeros problemas en la dentadura de Daniel era un caos: lo mandaban a la unidad de cirugía maxilofacial del hospital general Miguel Servet. Pero allí poco podían hacer. En alguna ocasión, Pacho, mi dentista (a quien tengo una fe a prueba de bomba) le hizo alguna radiografía y control. En fin, a salto de mata. No había nada pautado desde ninguna instancia sanitaria.

Hace unos años, la Comunidad Autónoma puso en marcha el programa de control dental en los niños. Mandaron circular (como a todos). Pero no encajaba el tema, claro. Reclamamos una atención adecuada, y supongo que como nosotros, otras familias.

Finalmente se inició la consulta especial en el hospital San Juan de Dios de Zaragoza con profesionales que venían a propósito desde el hospital de San Juan de Dios de Barcelona. Ahora esa consulta se mantiene, pero además la doctora pasa (creo que dos veces al año) por el colegio y revisa la marcha de la dentición y otras cuestiones estomatólogicas en los chavales.

Tenía este post medio preparado y como lo creo de interés mantengo la fecha de su subida al blog: ahora mismo. Pero ganas me han dado de posponerlo para contaros algunas cosas que han sucedido esta tarde. Será al siguiente. No puedo resistirme. Adelanto: gran éxito de la aplicación ablah, entre otras cosas.










6 comentarios:

Ángel Sobreviela dijo...

Ah! Esto me recueda que a los catorce años probé con la hipnosis (con un aficionado) contra el dolor de muelas.
La cosa funcionó... durante 20 minutos.

Overseas Pharmacies dijo...

Sin duda el dolor de muelas es insoportable y peor aún cuando es un niño que no sabe que es lo que sucede.

Beyonce dijo...

No debe existir peor dolor que el de muelas, porque no solamente es molesto, sino que además ataca directamente sobre el sistema nervioso
beyonce knowles1574
findrxonline

Adolfo dijo...

Cuando era pequeño espantaba el dolor de muelas con este conjuro que seguro le da resultado a Daniel:

No seas, dolor de muelas,
tan sanguijuela,
y no me duelas
que me desvelas,
y si se entera mi abuela
irás de cabeza a la cazuela.

laMima dijo...

Pobrete, con lo malos que son mmmmmm.
Yo mejor no te digo como hacía mi madre para que se me pasara el dolor (igual a tí también te aplicaron alguna vez ese etílico remedio), que burros que eran entonces, ains.
De todas formas está claro que el tema de la dentición en algunas discapacidades es muy específico y merece ser estudiado con detenimiento. También ocurre en las personas con acondroplasia...no es lo mismo. Nosotros hemos tenido suerte: tenemos al Doctor Ibaseta en Gijón.
Venga, ánimo y....cuéntanos esas nuevas.

Luisamiñana dijo...

Los temas de dentición son importantes y delicados en todas las personas: dependemos mucho de nuestros dientes, y no sólo para comer, sino por lo que influye el buen desarrollo de la dentición en todas las funciones buco-orales. Y como bien dice Lamima es totalmente necesario dedicarle a este tema una atención muy especifica y continuada.

¡Y muchas gracias por los conjuros contra el dolor de muelas y los buenos deseos de que éste cese!

Ya parece que va mejor el tema. A ver.