A pesar de que ya han pasado unos días, en concreto una semana, quería contaros que el domingo pasado estuvimos en las Ferias. A Daniel le gustan mucho a pesar de que el bullicio del principio le pone un poco nervioso pero luego al cabo del rato ya se va acostumbrando.
Quedamos con mi hermana y mis sobrinos en las Ferias, para que mi sobrino Victor disfrutase un ratico montandose en los cacharrillos, y jugando en las tombolas y cosas asi. Lo cierto es que desde que las ferias las hacen en Valdespartera es de agradecer que la zona por donde se camina esté asfaltada ya que es mucho mas facil ahora manejarse con la silla de ruedas por allí.
Daniel disfrutó un montón viendo a mi sobrino montarse en los autos de choque ya que no habia montado nunca y no paraba de dar vueltas sobre si mismo, fue un rato muy divertido y luego Victor estuvo tirando unos dardos con su padre "el tio Paco" y con Jorge, la lástima es que este año no conseguimos ningun regalo para Victor. Aquí os dejo unas fotos de todos juntos para que la veais, en la primera no sale Victor porque es un poco vergonzoso pero le convenci al final para que se pusiera; (hay que decir que despues de la foto nos cayó un enorme aguacero cuando ibamos hacia el coche pero a Daniel no parecía importarle aunque Jorge ha estado toda la semana con un gran catarro).
Pero después de volver de las Ferias, no se porqué tenía cierto resquemor dentro de mi, y me dió por pensar, que si hubiera podido, a Daniel le hubiera encantado montar con su primo en los autos de choque, o subir a las colchonetas hinchables o a las camas elásticas. No pudo poque no hay ni una sola atracción que esté pensada para estos niños, que siguen siendo niños aunque vayan en una silla o no puedan decir "mama quiero montar ahi". Daniel no era el único, vi a mas de un niño incluso adolescente pasar con su silla por el tumulto de gente, y lo que se me quedó grabado fue la mirada de un chico de aproximadamente unos 15 años que parecía razonar bastante bien, cuando su madre (imagino que sería su madre) le dijo cuando yo pasaba por su lado "No, que aqui tampoco puedes montar". Supongo que es injusto como tantas otras cosas que veo cada día.
3 comentarios:
Cuando Diego era pequeño, en la calle Delicias habia un carrusel de caballitos y cochecitos.A Diego le encantaba ir para ver las luces pasar y el sonido de las campanas y pitos.Siempre me ha quedado la pena de que nunca tuvo el suficiente control cefálico o de tronco para montarlo porque sé que le hubiera encantado.¡¡La cara de ilusión que ponía cuando estaba en movimiento era impagable¡¡La ultima vez lo monté en un super camión que habia en el centro comercial augusta donde sí pude agarralo por la nuca mientras mi marido lo agarraba por el tronco. Creo que,pese a la incomodidad,disfrutó.
A mi tambien me queda el run run .....Y me ocurre mucho con los parques,que no hay ni uno solo con columpios o juegos adaptados. Ni creo que hayan pensado nunca en hacer uno.
Un abrazote Inma y otro al tremendo de Daniel¡¡
Me pasa lo mismo, si. En mi caso el problema es que Ainhoa no da la talla para montarse en la mayor parte de las atracciones propias de su edad y eso supone trifulca porque desde luego ella no se conforma con otras.
Solución: no hemos pisado Port-Aventura, ni Parque de Atracciones con ella. Que para oírla romancear ya vale la vida diaria :P
De todas formas el tema de la silla de ruedas...con la de niños que hay, ¿tanto cuesta preparar alguna atracción "compatible"?, jolines..
La verdad es que quizás no costaría demasiado que algún organismo oficial habilitara un pabellón compatible para la mayoría de las discapacidades.
Quizás para una empresa privada no sea rentable hacerlo.
En todo caso, la simple asistencia a las Ferias parece ser algo reconfortante para todos. Por lo menos para salir de lo habitual.
Las fotos parecen indicar que Daniel disfruta de ello.
Besos.
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