Playa, el inglés y Poppins (y vuelta al cole)

Daniel regresó a la ciudad contra su voluntad. El y sus padres estuvieron de vacaciones unos días en la playa. A Daniel la playa le gusta un montón: dar largos paseos por la orilla del mar, desplazarse hasta los pueblos cercanos en el coche para hacer la merienda, estar en casa sin nada especial de que ocuparse: disfrutando del tiempo que pasa, y en verano, por supuesto, darse unos cuantos chapuzones (mientras papá aguante, claro). Bien, pero había que regresar. Protestó agudamente cuando vio que el coche enfilaba la autopista de regreso y volvió a protestar al llegar a la ciudad, exactamente en ese momento. El sabe que playa o montaña son sinónimos de ausencia de obligaciones, ay.

Esta tarde pasada era la última antes del regreso a clase. Hemos estado con los abuelos Julio y Rosario y la tía abuela Casi, porque no le veían desde hacía unos cuantos días y ya tenían mono de nieto. Daniel estaba inglés. Y su abuela Rosario protestaba porque dice que cuando se pone así, a hablar en inglés, no le entiende:). Estaba inglés porque antes de que llegáramos nosotros Daniel e Inma habían merendado con Marcos y Lucas y Beatriz, una gran amiga de Inma. Daniel y Marcos y Lucas son como primos. Beatriz quiere que Inma le de clases de inglés a Marcos, que anda un poco a rastras en este temita. Le han pasado a Inma el libro y el cuaderno de deberes para que viera el nivel y esas cosas. Daniel le ha enseñado a Marcos que él sabe contar en inglés, y creo que Marcos se ha sorprendido y se ha picado un poquillo: a ver si entre uno y otro hacemos avances.

El caso es que Daniel se ha empeñado en que le leyéramos fragmentos del libro de Marcos. Y ahí hemos estado un rato su madre primero y luego yo, y Daniel más que atento al libro y nuestras palabras inglesas. Luego para compensar le hemos preguntado si leíamos un cuento en castellano. Como ha dicho que sí, Inma nos ha traído el cuento de Mary Poppins: ya le he dicho a Daniel: mira un cuento de ingleses, pero en castellano. No ha movido un músculo durante la lectura. Bueno sí, se aseguraba de que fueran pasando las páginas. Y se ha aprendido bien el apellido de los niños Banks. Aún nos ha llegado para cantar el supercalifragilistico.... y finalmente.... ¡no hemos podido resistir! ¡era la última tarde de vacaciones!.... ¡Mary Poppins film!, por supuesto... La película preferida de Daniel, todavía. Y la verdad es que es un buen termómetro para percibir su evolución. Ahora Daniel se empeña en bailar en las escenas de baile, quiere cantar... ríe espontáneamente situaciones como las que se produce al final del juego de ordenar de la habitación... es decir, no sólo demuestra capacidad de comprensión, sino de elaboración de respuesta y de interés en comunicarla.

Aunque a última hora, tras la cena, ha habido un pequeño sustillo porque Daniel tenía muchos gases y le producían náuseas -afortunadamente se ha pasado sin más consecuencias-, creo que podemos decir que esta tarde previa a la vuelta al cole ha sido muy aprovechada y divertida. Y sé que aunque cuando le hemos preguntado si quería volver al colegio ha contestado que nooo (Daniel casi nunca dice no, siemplemente se calla si algo es no: aunque queda demostrado que poder decirlo, puede), mañana por la mañana va a estar contento cuando llegue (antes seguro que protesta, faltaría más).

Hoy además ha empezado a no tomar el protector de estómago. Tiene que estar así diez días, porque el próximo día 15 le harán la ph metría y estaremos en el hospital 24 horas. Es el primer paso para determinar definitivamente si hay que operar por el tema de la esofaguitis. En fin, calma.