sábado, 22 de noviembre de 2008

Una mañana de buen rollo

Ha sido una mañana soleada. Hoy era el cumpleaños de Inma. El otro día lo fue de Jorge. Ha sido una mañana de desayuno en un café, de compras, de regalos, de música.

A Daniel no le gustan los viajes cortos en coche. Los quiere interminables. Así que cuando he llegado al lugar de la cita me lo he encontrado protestando con mucha vivacidad, mientras sus padres intentaban hacerle entender. Daniel tiene mucho genio. Cuando protesta es complicado bajarle del caballo. Sería un manifestante incansable. No debía apetecerle ir de compras todavía. Porque se ha calmado en cuanto hemos propuesto ir a desayunar a un café cercano. Le gustan los bares y los cafés, lo veo. Mira siempre con insistencia a todas partes. Además suele haber música: esto es siempre una buena base de la que partir.

Bien. Alimentado de nuevo con el superpetisuis (el chaval se había ya desayunado su bol de leche con ocho galletas con su miel y su espesante: comer…, come), parece que ha encarado con más ánimo la cuestión de ir de compras. La verdad es que él y yo nos hemos entretenido un buen rato haciendo el tren por la tienda: somos un tren antiguo, para poder hacer sonar el silbato, y traquetear. Daniel siempre es el maquinista y a mi me toca ser el vagón. Esta vez hemos hecho además una buena obra: hemos ayudado a una dependienta a tragar mejor el “me lo pensaré” que le ha soltado un cliente, después de tenerla no sé cuánto rato probándose chaquetones. Digo yo que debemos hacer una pareja cómica de campanillas… Daniel, muy educado, se ha despedido al marcharnos con un “a—i-o” (ya sabéis: adiós) en su más puro estilo lo-digo-porque-me-obligan-pero-paso-de-este-rollo-total.

Terminadas las compras, ha tocado un paseíllo por el centro de la ciudad, que los sábados está muy guapo. Parada-paradiña frente a los músicos callejeros que siempre hay en la puerta del Corte Inglés de Independencia: hemos pillado la “Primavera” de Vivaldi para regocijo incansable del pibe. Y claro, sonrisa de oreja a oreja de los músicos: en toda la mañana habrán tenido público más atento. Todas las calles deberían tener música, como los bares y los cafés. Jorge ha pensado que la próxima silla veremos si puede ser con mp4 incorporado y de las que se ponen de pie (también hemos pensado pedir subvención a “El Hormiguero”*, porque desde luego el sistema público no está para veleidades, tampoco mucho para no-veleidades…)

Esta noche Daniel tiene canguro. Gran noche del sábado a cargo de Vanesa, la chica que después de conocer a Daniel decidió que quería ser profesora de educación especial: ya ha acabado la carrera, y es buena, muy buena en esto.

Y este post lo he escrito en realidad para quitarme de encima la mala uva que se me ha puesto después de leer el post de Lamima.




* “El Hormiguero” (para quien no lo sepa) es un programa de entretenimiento de Cuatro, en el que aparece Toño, el diablo sobre ruedas, y a quien el programa financió una supersilla.

5 comentarios:

estoy_viva dijo...

Felicidades tardias para Inma espero que haya sido un dia maravilloso rodeada de esa linda familia que teneis.
Mis mejores deseos para todos vosotros y en especial a esa mama tan abnegada por la felicidad de sus hijos.
Con cariño
Mari

Luisamiñana dijo...

Gracias Mari. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Felicidades para mi tocaya, aunque sea con retraso.
Oye, que bien suena este sábado que cuentas guapa. Yo también quisiera que todas las calles tuviesen músicos para templarlas y tocarnos el corazón. A mi Daniel, durante el Pilar, le encanta pararse en todos y cada uno de ellos. Como con los mimos. Esa vena que tiene....
Vi la silla de El Hormiguero y te juro que me acordé de vosotros..¡ay!.
¿De lo mío?, uf, un poema.
Mañana de tú a tú nos lo contamos.
Besazos.

Lamia dijo...

Muchas felicidades Inma. Espero que, además de la mañana de compras, disfrutarais también de una buena cena. Y qué suerte el sol... yo he tenido agua todo el fin de semana. Aunque también ha sido bonito.

Cristina dijo...

Hola:
soy la mama de un compañero de Daniel,Isaac. Hay que razon tienes, yo tambien estoy mirando la opcion de comprarle una silla bipedestadora pero SON CARISIMAS...!
Yo tambien la vi en el hormiguero, y me dió una envidia verlo de pie.
Un besico y Felicidades