lunes, 30 de junio de 2008

Campamentos de verano


Hoy ha sido un día de novedades. Daniel ha comenzado el Campamento de Verano y también, ya por la tarde, una tanda de Tomatis, terapia que viene recibiendo desde los dos años, aunque últimamente con menos intensidad: la agenda no da para todo.

Habrá un post sobre Tomatis. Hoy toca Campamento de Verano. No es un tema menor. Todos los niños necesitan actividad y estimulación también durante el periodo estival. Con más tranquilidad. De otro tipo. Pero actividad. También los niños con necesidades especiales necesitan continuar activos, incluso más si cabe, porque en su caso es importante no cesar en la estimulación. Y es importante que se diviertan, claro.

Desde hace años Daniel acude al Campamento que organiza ARAPRODE (Asociación Aragonesa pro Desarrollo Psicomotor del Niño) a la que, creo que ya lo he dicho, pertenecemos varios miembros de la familia. La última llamada a Inma de Yolanda, presidenta de la asociación y alma máter de ella, fue ayer mismo al mediodía: últimas instrucciones sobre el petate que deben llevar los chicos al Campamento: un recambio de ropa, pañales, toallitas, el almuerzo (el año pasado las subvenciones llegaron para pañales y almuerzos, pero este al parecer las administraciones han sido más tacañas, o la vida ha subido bastante, que también).

El Campamento se organiza en el colegio Angel Riviere, pues muchos niños de la asociación acuden durante el curso a él y están acostumbrados a los espacios, a los ambientes. Así es más fácil que se acomoden a todo lo demás, que será nuevo: el horario, los cuidadores, algunas actividades –como juegos al aire libre, piscina (a ésta seguro que Daniel se habrá adaptado desde el primer día en que la usen, que creo será a partir del martes, o sea ya-. Los críos están estupendamente atendidos por un equipo de profesionales que integra cuidadores, fisioterapeutas y educadores. Además de todas las actividades lúdicas y de estimulación, los críos tendrán dos sesiones semanales de fisioterapia, porque es importante en este campo no perder completamente el ritmo de mantenimiento. Y lo cierto es que por lo menos Daniel se lo pasa estupendamente.

Y ahora el toque de atención, siempre ineludible, porque las carencias en este terreno son también muy importantes.

No es fácil encontrar este tipo de actuaciones estivales para niños con discapacidad, a no ser que, como es el caso de ARAPRODE, las organicen las propias asociaciones familiares y de afectados. E incluso en estos casos, suelen estar dirigidos a niños a partir de una determinada edad (8 años como mínimo) y a veces también piden que los chavales tengan un cierto grado de autonomía.

Por ejemplo, la Fundación Down acoge a niños a partir de 8 años; Disminuidos Físicos de Aragón tiene actividades dirigidas a niños mayores de 13 años; Ymca organiza campamentos también para niños a partir de 8 años y con cierta autonomía; Autismo Aragón ofrece actividades para chavales a partir de 16 años y la colonia urbana de verano sólo dura unos días de junio, aunque ofrece otros servicios a lo largo del año, como casi todas las asociaciones. FEAPS organiza programas de vacaciones, pero para los menores de 16 años sólo hay un turno de diez plazas.

Las instituciones oficiales, por su parte, carecen prácticamente de programas estivales para niños y jóvenes con discapacidad. Por ejemplo, los campamentos del IAJ (Instituto Aragonés de la Juventud) reservan plazas en algunos de ellos para discapacitados, pero son muy limitadas y para chicos con cierta autonomía. Caritas, que organiza colonias urbanas de verano, no tiene plazas para niños con discapacidad. No tengo información acerca de lo que organiza Zaragalla, el centro gestor de las colonias urbanas municipales: la procuraré.

El Campamento de ARAPRODE se prolonga hasta septiembre y cada niño puede apuntarse lo que la familia crea conveniente y necesite, con un período mínimo de 15 días. Al Campamento asisten fundamentalmente niños de familias de la asociación, pero no es indispensable pertenecer a ella. Y desde luego no hay límite de edad.
*** en cuanto lleguen fotos, que llegarán, pondremos alguna.

4 comentarios:

ybris dijo...

Interesante, como siempre, todo lo que cuentas.
Me alegro mucho por Daniel y por vosotros que tanto os esforzáis en que esté atendido.
De todos modos fastidia esa carencia de actividades estivales para discapacitados por parte de instituciones oficiales. A ver si se les hace entre todos tomar conciencia de ello.

Besos.

Anónimo dijo...

Yo echo de menos campamentos integradores, como siempre. Daniel ha acudido a los de Ymca un par de años y hablaba mucho de los niños (pocos) discapacitados que coincidían con él. De acuerdo en que es complicado en determinados casos..pero el beneficio es tan grande que merece la pena el esfuerzo.
Es importante que los niños no pierdan el ritmo de trabajo pero resulta delicioso acompañarlo de otro tipo de actividades (¡agua, piscinica!)con las que disfrutan una barbaridad. TODOS LOS NIÑOS.
Seguro que vuestro Daniel lo pasa genial.
Yo tengo a mis cachorrillos también en uno de esos campamentos del colegio y, aunque me daba pena al principio que siguieran acudiendo al mismo lugar, ellos están contentos. Claro, no es exactamente lo mismo, jeje.
Besos mil a mi chico. Que disfrute mogollón.

Anónimo dijo...

¡Seguro que se lo pasa estupendamente!
Y sí, de nuevo habría que dar un tirón de orejas a las instituciones, a ver si espabilan.
Por lo pronto, espero que Daniel se lo pase muy bien hoy en la piscina :) y todos los días.
Besos.
Rosa.

Anónimo dijo...

Nosotros no tenemos nada de eso en Valladolid, aquí la administración, la Junta de Castilla y León, pone muchas trabas, no ve a nuestros hijos iguales y les veta en muchas actividades. Pero los padres nos movemos y este año se ha conseguido el programa de Centros Abiertos para el verano. Pero en septiembre seguiremos luchando. Os lo contaré.
Seguro que Daniel disfruta de lo lindo. A Sergio le toca disfrutar a nuestro aire. Besos.